La ansiedad y aceptar la realidad

Mi problema es mi mujer, mi problema son mis hijos, mi problema es el trabajo,... Tú problema eres tú.

Lamentamos haber empezado con esta frase tan fuerte, más aún cuando no es completamente real, pero la realidad es que queremos conocer como es la ansiedad, como o porqué se produce, cómo solucionarla pero no queremos oír una gran verdad: que uno de nuestros principales problemas somos nosotros mismos.

Nos han dicho que la ansiedad es un trastorno que afecta con mayor frecuencia a la gente ordenada, a la gente que gusta de "tener todo bajo control" y, en el mejor de casos (mejor porque, aunque dolorosa, es la realidad) que tenemos ansiedad por nuestra inseguridad.

En realidad uno de los grandes motivos de la ansiedad es no saber asumir la realidad. Bien sea una realidad objetiva del tipo: me han despedido, me han embargado el piso, etc. u otra más sutil, del tipo mi mujer se va a ir a trabajar fuera, no hace lo que yo quiero, etc.

En ninguno de los dos casos la aceptación de la realidad es algo sencillo.

Cuando hablamos de orígenes conocidos, de hechos objetivos, como el que me embarguen el piso o la pérdida de un familiar, aceptar la realidad no es sencillo - queremos tener un techo donde cobijarnos y nos negamos a aceptar la realidad de que la otra persona se ha ido - pero el hecho de oponernos hasta hacernos daño no cambia la realidad.

El planteamiento, aunque doloroso, pasa por reconocer que nada de lo que hagamos en la actualidad podrá cambiar el pasado pero sí podemos hacer cosas para empezar a labrar nuestro futuro.

Existen otro tipo de realidades que son más difíciles de detectar pero no por ello dejan de ser realidades. Ante el hecho de que mi mujer vaya a irse a trabajar a otro estado, genero ansiedad por los problemas familiares y organizativos que va a provocar, por el hecho de que la distancia va a afectar a la relación. etc., pero en pocas ocasiones consideramos el que es posible que ella necesite irse no sólo por la ventaja económica sino por una realización personal. No estamos diciendo que ese sea el caso más frecuente, ni mucho menos, es un ejemplo de que hay que aceptar la realidad en todos los casos.

Cuando estamos planteando temas más subjetivos, en los que interviene nuestra interpretación, en muchas ocasiones tendemos a creer que nuestra interpretación de la realidad es la única que existe cuando (aunque ya lo sabemos) en realidad  existen varias.

No aceptar la realidad, el hecho de que nuestro trabajo tiene sus normas, nuestros amigos y compañeros tienen su propia realidad que no tiene porqué coincidir con la nuestra,..., en definitiva la realidad no es lo que nosotros queremos sino lo que es, es una de las primeras causas que nos van a perpetuar en nuestro estado de ansiedad.

Deberemos por tanto entrar en un estado de relatividad de las cosas, aceptando la realidad que se nos presenta e intentando quedarnos con lo positivo de cada situación y apartando en la medida de nuestras posibilidades lo negativo, aunque - eso sí - aceptando que las cosas no siempre podemos hacer cosas para cambiarlas y mucho menos a las personas.

Recuerda que hoy es el primero de tus días futuros y haz todo lo posible por no desperdiciarlo.

¡suerte!





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