Curan la Ansiedad las pastillas

Todos buscamos pastillas milagro, aquellas que nos quiten la Ansiedad de manera rápida y sin problemas, pero ¿Existen las Pastillas para la Ansiedad?

La respuesta a la pregunta anterior es obvia: Sí existen ese tipo de pastillas con las que se trata el problema de la ansiedad, si has acudido a tu médico o psiquiatra probablemente ya te haya prescrito unas cuantas, la cuestión que nos planteamos es si ¿realmente ese tipo de pastillas cura la Ansiedad?

Si recorres Internet buscando información al respecto pronto vas a descubrir que esta pregunta no tiene nada de superficial. Existen páginas todas ellas dotadas de “prestigio” que defienden ambas posturas; si visitas blogs o foros encontraras opiniones de todo tipo, desde personas que han encontrado mucha ayuda en determinadas pastillas hasta personas que te dirán que son un puro placebo y un engaña-tontos de farmacéuticas sin escrúpulos que sólo quieren quedarse con tu dinero.

El objeto de este artículo no es tanto mostrarte qué tipos de pastillas existen y qué tipo de ventajas o inconvenientes puedes tener al consumirlas (eso será objeto de otro artículo) sino poner de manifiesto dos realidades para la reflexión:

1. Los estudios y estadísticas realizados demuestran que los pacientes de esquizofrenia evolucionan mejor en países como la India o Nigeria donde se les medica menos y peor que en países avanzados como Estados Unidos.


2. Con la aparición de nuevos fármacos se ha conseguido que los pacientes de esquizorfrenia evolucionen ahora peor de lo que lo hacían en los años setenta.

Estas no son afirmaciones que hagamos porque sí, vienen avaladas por un estudio realizado en 1994 por la Facultad de Medicina de Harvard y ponen de manifiesto que algo no está funcionando en los tratamientos farmacológicos (las pastillas) con las que se está tratando la ansiedad en los países “evolucionados”.

¿Curar la Ansiedad con Pastillas?

Estos estudios son en los que se apoyan toda una serie de personas que son teóricos de la conspiración y que ven en las pastillas (no sólo en las pastillas para la ansiedad) un complot encubierto por el cual gobiernos apoyados por farmacéuticas y personal médico están poco a poco socavando nuestra voluntad para conseguir un pueblo sumiso y manejable con el que poder sacar grandes provechos económicos.

No es nuestro caso, no creemos (tal vez ignorantes de nosotros) que tal complot exista, pero sí somos personas que gustan de estar informados, preferiblemente bien informados, como es el caso del periodista de investigación Robert Whitaker quien tras años de investigación, varios artículos publicados - uno de ellos finalista en los premios Pulitzer al Servicio Público - y varios libros publicados – uno de ellos premiado como mejor libro de investigación del año 2010, ha llegado a la conclusión que la psiquiatría actual está en crisis.

Según sus estudios para entender el problema de los tratamientos que actualmente se están utilizando para tratar los problemas de origen cerebral debemos remontarnos a los años setenta: en esa época los psiquiatras de todo el mundo eran considerados los hermanos menores, los demás componentes de la comunidad médica los miraban como si no fueran auténticos médicos pues para tratar este tipo de enfermedades se recurría a diagnósticos freudianos. En esta tesitura, desarrollaron la idea de que los trastornos mentales tenían un origen biológico y químico y, por tanto, podían y debían tratarse con fármacos como el resto de enfermedades biológicas. Pronto encontraron el soporte de las farmacéuticas desarrollando productos para esa alteración y comenzaron a prescribir los medicamentos con los que recuperar su falsamente perdido prestigio.

Por suerte para nosotros los psiquiatras de ahora no son los de entonces y están buscando, más allá de sus intereses personales y profesionales, una auténtica cura para la dolencia que nos atañe en este blog y que no es otro que curar la Ansiedad.

Unos estudios que cada vez coinciden más en indicar que las pastillas son un elemento que puede apoyar en el proceso de curación (implicando grandes riesgos en otros aspectos) pero con el que nunca se va a conseguir la curación del paciente Ansioso; por suerte, estos mismos estudios demuestran la efectividad y la total curación mediante técnicas cognitivas y conductuales.

Como controlar la ansiedad GRATIS

Como Controlar la Ansiedad, manual de primeros auxilios. Un nombre adecuado pues buscamos una manera rápida y comprobada para manejar nuestro trastorno de ansiedad.

El que la ansiedad es un trastorno que nos incapacita para continuar con nuestra vida normal es algo que, para quienes no padecemos, no merece ningún tipo de explicación o nota adicional. El trastorno de ansiedad no sólo afecta a nuestro estado de ánimo, ni a nuestra manera de pensar, ni nos produce dolencias físicas, el trastorno de ansiedad nos impide continuar con nuestra vida.

Cuando padecemos de trastorno de ansiedad es tal el sufrimiento que no somos pocos quienes buscamos una solución a cualquier precio.

En esta sociedad capitalista no es difícil que aparezcan personas aprovechadas, que aparezcan feriantes que griten tener la revelación, ser lo únicos que han descubierto el auténtico origen de nuestra dolencia y poseer la única solución. Soluciones sorprendentes que producirán curaciones sorprendentes en tiempos récord.

Por desgracia para quienes padecemos del trastorno de ansiedad estas soluciones "milagro" no existen. Seamos un poco serios, si realmente existiera una solución de esas características, una solución universal, rápida, garantizada ¿no crees que ya se habría comercializado?. Habrá quienes argumenten que las grandes empresas farmacéuticas se guardarían esta cura para así poder seguir ganando dinero con tratamientos paliativos que no curan, pero la realidad es que si una empresa tuviera la solución y la comercializara, se haría de oro y - por desgracia - no tendría problemas con el mercado, pues cada día aparecen nuevos casos de personas con trastorno de ansiedad.

En esta bitácora nos hemos propuesto informar de cómo podemos curar la ansiedad y es algo que vamos a hacer de manera que no tengas que pagar ni un duro. Creemos que el problema es demasiado serio como para comerciar con él.

En este artículo te mostramos un "manual de primeros auxilios" para aprender de una manera breve y directa cómo podemos hacer para controlar la ansiedad. Un manual que - como decimos - es totalmente gratuito y que te permitirá conocer de una manera rápida qué es ese trastorno que te atormenta y qué medidas podemos tomar desde ya para manejarlo.

Este manual está dividido en:

1. ¿Qué es la Ansiedad?. 
2. Síntomas de la Ansiedad.
3. Test de Ansiedad de Hamilton
4. Cómo controlar la ansiedad.
5. Relajación.
• Relajación muscular progresiva.
• Respiración profunda.
6. Reestructuración Cognitiva
• Planificar
• Sin tareas pendientes.
• Aprender a decir No.
• Sin tareas Pendientes.

Como decimos es un manual extremadamente corto (30 páginas) y que puede resultarnos extremadamente útil a la hora de introducirnos en el conocimiento y comprensión de nuestra dolencia y cómo debemos actuar para comenzar a tomar las riendas del problema y aprender como controlar la ansiedad.

Un manual que puedes conseguir  sólo haciendo clic en el siguiente enlace.

La ansiedad y aceptar la realidad

Mi problema es mi mujer, mi problema son mis hijos, mi problema es el trabajo,... Tú problema eres tú.

Lamentamos haber empezado con esta frase tan fuerte, más aún cuando no es completamente real, pero la realidad es que queremos conocer como es la ansiedad, como o porqué se produce, cómo solucionarla pero no queremos oír una gran verdad: que uno de nuestros principales problemas somos nosotros mismos.

Nos han dicho que la ansiedad es un trastorno que afecta con mayor frecuencia a la gente ordenada, a la gente que gusta de "tener todo bajo control" y, en el mejor de casos (mejor porque, aunque dolorosa, es la realidad) que tenemos ansiedad por nuestra inseguridad.

En realidad uno de los grandes motivos de la ansiedad es no saber asumir la realidad. Bien sea una realidad objetiva del tipo: me han despedido, me han embargado el piso, etc. u otra más sutil, del tipo mi mujer se va a ir a trabajar fuera, no hace lo que yo quiero, etc.

En ninguno de los dos casos la aceptación de la realidad es algo sencillo.

Cuando hablamos de orígenes conocidos, de hechos objetivos, como el que me embarguen el piso o la pérdida de un familiar, aceptar la realidad no es sencillo - queremos tener un techo donde cobijarnos y nos negamos a aceptar la realidad de que la otra persona se ha ido - pero el hecho de oponernos hasta hacernos daño no cambia la realidad.

El planteamiento, aunque doloroso, pasa por reconocer que nada de lo que hagamos en la actualidad podrá cambiar el pasado pero sí podemos hacer cosas para empezar a labrar nuestro futuro.

Existen otro tipo de realidades que son más difíciles de detectar pero no por ello dejan de ser realidades. Ante el hecho de que mi mujer vaya a irse a trabajar a otro estado, genero ansiedad por los problemas familiares y organizativos que va a provocar, por el hecho de que la distancia va a afectar a la relación. etc., pero en pocas ocasiones consideramos el que es posible que ella necesite irse no sólo por la ventaja económica sino por una realización personal. No estamos diciendo que ese sea el caso más frecuente, ni mucho menos, es un ejemplo de que hay que aceptar la realidad en todos los casos.

Cuando estamos planteando temas más subjetivos, en los que interviene nuestra interpretación, en muchas ocasiones tendemos a creer que nuestra interpretación de la realidad es la única que existe cuando (aunque ya lo sabemos) en realidad  existen varias.

No aceptar la realidad, el hecho de que nuestro trabajo tiene sus normas, nuestros amigos y compañeros tienen su propia realidad que no tiene porqué coincidir con la nuestra,..., en definitiva la realidad no es lo que nosotros queremos sino lo que es, es una de las primeras causas que nos van a perpetuar en nuestro estado de ansiedad.

Deberemos por tanto entrar en un estado de relatividad de las cosas, aceptando la realidad que se nos presenta e intentando quedarnos con lo positivo de cada situación y apartando en la medida de nuestras posibilidades lo negativo, aunque - eso sí - aceptando que las cosas no siempre podemos hacer cosas para cambiarlas y mucho menos a las personas.

Recuerda que hoy es el primero de tus días futuros y haz todo lo posible por no desperdiciarlo.

¡suerte!

Porque tengo ansiedad ... yo

Tenemos ansiedad y ahora necesitamos saber porqué la tenemos, como es la ansiedad, para poder combatirla. Cuanto más investigamos más crece la ansiedad. Ponle freno ahora.

Tras muchas sesiones de terapia, algunos especialistas defienden que para curar la ansiedad hay que profundizar en los orígenes mientas que otros dicen que se puede curar sin saber a qué se debe.

De la misma manera que es posible curar una alergia sin saber porqué se ha producido, lo cierto es que si lo que tienes es una alergia al polen y te dedicas al cultivo de plantas sería conveniente conocer tu entorno pues, se puede curar, pero en cuanto vuelvas al trabajo volverás a recaer y, por tanto, para prevenirla será mejor que vuelvas a trabajar provisto de una mascarilla contra el polen.

La medicina occidental se caracteriza por dar soluciones más o menos rápidas a un problema sin hacer muchas preguntas de qué es lo que lo ha desencadenado. La medicina oriental, en contraposición, busca un análisis mas completo de la persona y su entorno intentando solucionar tanto el problema en sí como lo que lo ha provocado con el fín de evitar recaídas.

No intentamos decir que una sea mejor que la otra. En realidad ambas han demostrado su efectividad y elegir una u otra dependerá de nuestras preferencias aunque ¿porqué no quedarse con lo mejor de cada una en nuestro afán de descubrir como es la ansiedad y cómo podemos superarla?.

 

Cómo reconocer el origen, el porque tengo ansiedad.

Un problema añadido al hecho de querer conocer las causas es que, como dice el refrán: sólo vemos la paja en el ojo ajeno.

No hace mucho tuve la posibilidad de hablar con un maestro, el cual había llegado a la conclusión de que el origen de todas sus dolencias era precisamente su trabajo.

Su razonamiento era sencillo: si cuando me levanto para ir al trabajo estoy peor que cuando lo hago en días festivos, si cuando estoy en el trabajo tengo más acentuados los síntomas que cuando estoy en casa, si..., la conclusión es que el problema es el trabajo.

Ante este razonamiento le sugerí que se planteara si ya no le gustaba la docencia, si en otro trabajo se encontraría mejor y, lo más importante, si realmente lo que no quería era ir al trabajo o por el contrario lo que no quería era ir sintiéndose mal.

Reconoció que su trabajo era su pasión laboral y que continuaba gustándole la profesión, el problema era que no se sentía con fuerzas de seguir haciéndola en su estado.

A esto nos referimos con la dificultad para encontrar el auténtico origen del problema: normalmente la nebulosa de pensamientos cruzados en los que nos tiene inmersos la ansiedad nos impide ver lo que para otros es obvio.

Llegados a este punto lo ideal es recurrir a especialistas entrenados en distinguir entre los pensamientos erróneos y los adecuados (normalmente los psicólogos), pero tampoco viene nada mal el escuchar con mente abierta las opciones de la gente que nos rodea y nos conoce.

Tendemos a considerar que nadie nos conoce como nosotros mismos y que ellos hablan desde su ignorancia y desconocimiento de lo que realmente nos pasa y el trastorno que nos produce. Si bién esto puede ser cierto en ocasiones, también lo es que - en la mayoría de casos- son opiniones de gente que nos conoce, nos quiere y desea ayudar.

No estamos diciendo que ellos tengan razón y nosotros estemos equivocados, máxime cuando normalmente sus opiniones varían de unos a otros, sino que debemos escucharlas con mente abierta, observando sus puntos de vista y analizándolos con calma pues pueden sernos de mucha utilidad.

En este punto un consejo, truco o tip es el que utilizar una libreta: Cuando alguien nos da una opinión sobre nuestro estado debemos apuntarla en esa libreta y acto seguido nuestra opinión de porqué tiene razón y en qué parte y otro tanto con porqué creemos que está equivocado y en qué parte. Apuntado lo cual dejaremos de leerlo y analizarlo durante unos cuantos días para luego volver a releerlo con mente analítica.

Normalmente esto nos conducirá a descubrir con mayor profundidad en porque tengo ansiedad y hacia donde se debe orientar cualquier solución al problema, sobre todo de cara a evitar los detonantes de la misma.

¡Suerte!

¿Cómo diferenciar entre un ataque de pánico y uno de ansiedad?

Los ataques de ansiedad y pánico son muy comunes entre los individuos que experimentan aumento rápido de las emociones.

Aunque los síntomas de ansiedad y ataques de pánico están de alguna manera relacionados entre sí, en realidad, no son lo mismo. Aquí se presentan unas características que nos permitirán  diferenciar el trastorno de ansiedad del trastorno de pánico.

1. El Ataque de pánico es predecible. En contraste con los ataques de ansiedad, que se producen inesperadamente, los ataques son predecibles especialmente cuando la persona está dentro de una condición emocional estable. Debido a que podemos estar seguros de que ocurrirá un ataque, seremos capaces de preparar nuestras emociones y relajarnos antes de los ataques.


2. Los ataques se producen por una sola razón. Podría ser la felicidad extrema, depresión, frustración e incluso ira. Si bien los ataques de ansiedad puede ocurrir incluso sin ningún tipo de emociones extremas (por ejemplo: Te sientes triste por algo).


3. Los ataques de pánico también pueden ser provocados por ciertos tratamientos médicos y por trastornos anteriores. Se debería tener en cuenta que estos ataques relacionados con trastornos previos, pueden también estar causados por emociones,  que pueden ser rastreadas hasta los orígenes . Los ataques de ansiedad por el contrario sólo pueden estar causados por un desequilibrio hormonal así como las anteriores condiciones médicas, incluso sin la necesidad de un torrente emocional. Sin embargo, cuando las condiciones de pánico se vuelven regulares y  ya no pueden ser controladas,  pueden conducir a los trastornos de ansiedad subsiguiente.


4. Los pánicos son manejables. Casi todo tipo de ataques de pánico son manejables, incluso sin ningún tipo de medicamentos. Todo lo que se requiere es tomar el control de las emociones. Los tratamientos médicos sólo deben llevarse a cabo cuando los ataques se vuelven regulares y comienza a perturbar la vida de la persona que los sufre.

No hay nada que preocuparse por la ansiedad o el pánico, ya que ambos pueden ser tratados.